La concejal de Cultura Juana Guardiola y el director del Museo Arqueológico Jerónimo Molina de Jumilla han dado a conocer una nueva actividad que se va a desarrollar relacionada con el museo. Se trata de, cada dos meses, escoger una pieza y hacerla protagonista como ‘pieza del mes’. Esta pieza estará expuesta en un lugar privilegiado del museo y además se elaborará un folleto con toda la información sobre la misma.

Esta actividad ha comenzado con la exposición de la cabeza de toro hallada en la necrópolis de Coimbra del Barranco Ancho el pasado mes de agosto, gracias a las excavaciones que realiza la Fundación Adendia. Como ‘pieza del mes’ se mostrarán numerosas piezas importantes y destacadas, alguna de las cuales están expuestas y otras que se encuentran en los fondos del museo.

Para Juana Guardiola se trata de "dar a conocer la riqueza del museo, así como las numerosas e importantes piezas que se encuentran en sus fondos".

Emiliano Hernández Carrión, director del Museo señaló que "se ha querido empezar con una pieza como la cabeza de toro que es muy importante y que despertó gran interés". Añadió que se continuará con otro tipo de piezas "que marcan un hito en nuestra historia o que tienen una cierta vistosidad o importancia artística".

En cuanto a los folletos informativos, que serán distribuidos en los colegios, institutos y asociaciones, Carrión ha indicado que "son textos asequibles a todo tipo de públicos incluso que podrán ser coleccionados puesto que serán siempre del mismo tamaño".

Además de esta actividad, desde la concejalía de Cultura, según indicó su responsable, ya se trabaja en otras acciones relacionadas con el museo, tales como exposiciones temporales e intercambios con otros museos.

Cabeza de Toro de Coimbra

La cabeza de toro hallada en Coimbra del Barranco Ancho es una piedra biocalcarenítica, que puede que se trate de un altorrelieve que representa una cabeza de toro del que también se conserva el arranque del cuerno izquierdo y todo el cuello.

Formaba parte del encachado de piedras que sellaba la sepultura número 194 de la Necrópolis del poblado y es una de las sepulturas más septentrionales de las excavadas hasta la fecha.

La sepultura de la que formaba parte la escultura se fecha en la primera mitad del siglo IV a.C., por lo que evidentemente la talla es anterior, debió estar en uso entre 395 a.C. y 375 a.C.

El toro, junto con los leones, lobos, esfinges y sirenas, son animales protectores del mundo de ultratumba, dentro de la cultura ibérica.